El traslado del feriado del Día del Respeto a la Diversidad Cultural al viernes 10 de octubre no es solo un cambio de calendario: es el fruto de gestiones políticas y colectivas que sostienen al turismo como derecho social y motor de desarrollo. Una medida que refleja la persistencia de referentes como Soledad Martínez, Gabriela Pedrali y Gustavo Barrera, y que devuelve oxígeno a destinos y trabajadores en un año marcado por la crisis.

El gobierno nacional confirmó que el feriado del Día del Respeto a la Diversidad Cultural, que en 2025 caía domingo, se trasladará al viernes 10 de octubre, generando un fin de semana largo de tres días. La decisión, oficializada a través de la Resolución 139/2025, no es un simple ajuste de calendario: es una respuesta concreta a un reclamo del sector turístico en uno de los años más difíciles que atraviesa la actividad. Porque detrás de cada fin de semana largo no hay solo ocio o descanso, sino miles de puestos de trabajo, economías locales que respiran, familias que encuentran en el turismo la posibilidad de proyectar futuro

Voces que sostienen al turismo

El reclamo por mantener este feriado no surgió de la nada: fue el resultado de gestiones persistentes, de debates en diferentes ámbitos y de la convicción de que el turismo es política pública y derecho social.

La subsecretaria de Turismo de la Provincia de Buenos Aires, Soledad Martínez, fue una de las voces más firmes. Llevó el tema al Consejo Federal de Turismo y lo defendió en cada espacio, señalando que provincias como Buenos Aires dependen profundamente de estos movimientos turísticos para sostener a sus ciudades costeras, serranas y rurales.

En esa misma línea, el intendente de Villa Gesell, Gustavo Barrera, acompañó el reclamo junto a jefes comunales de toda la provincia. No se trataba de un pedido sectorial, sino de una defensa colectiva de los destinos que necesitan a los fines de semana largos para sobrevivir a la crisis.

En el plano legislativo, la Diputada Nacional por La Rioja, Gabriela Pedrali, desde la presidencia de la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados, abrió las puertas del Congreso al debate. Convocó a referentes del sector y generó reuniones informativas que dejaron en claro una verdad difícil de discutir: el turismo es motor de trabajo y federalismo, y el feriado de octubre era imprescindible.

Más que una fecha en el calendario

Finalmente, las voces se unieron, las gestiones encontraron eco, y el reclamo se convirtió en hecho. Habrá feriado en octubre. Pero lo importante no es solo el día de descanso: lo esencial es el mensaje que deja esta conquista.

En tiempos donde la crisis golpea a los trabajadores y a las economías locales, defender al turismo es defender empleo, arraigo y comunidad. Reconocerlo como una política pública estratégica es apostar por un país que se mueve, que se encuentra y que no deja a sus territorios librados al azar.

El turismo no es un lujo: es identidad, es soberanía cultural y es sustento. Y cada paso que se da en ese sentido, como este feriado, muestra que todavía es posible pensar la Argentina desde la justicia territorial y la inclusión.