Hay destinos que se recorren con los pies y otros con el alma. La Red de Turismo Campesino de los Valles Calchaquíes propone ambos caminos: andar los senderos del norte salteño, pero también sentarse a la sombra de un algarrobo a escuchar. A aprender. A compartir.
Allí, donde los cerros abrazan pueblos con nombre propio —El Divisadero, San Luis de Chuscha, Corralito, San Carlos, La Banda de Abajo—, las comunidades campesinas encontraron en el turismo una forma de resistir, de organizarse y de construir dignidad con los pies bien puestos en la tierra.
Pero no cualquier turismo. El que eligieron hacer desde 2004 es uno con apellido y con raíces: turismo rural comunitario. Un modelo que no llega a extraer, sino a aportar; que no transforma los paisajes en postales, sino en experiencias compartidas.
La Red es una cooperativa, sí. Pero también es una idea del mundo. Una propuesta política. Un entramado de familias que trabajan desde la autogestión, el precio justo, la rotación de servicios y un código ético ambiental construido colectivamente.
No son hoteleros ni emprendedores al uso. Son campesinos y campesinas que abren sus puertas y sus saberes. Que cocinan en hornos de barro, tejen en telar, cultivan uvas y destilan historias. Que creen que otro turismo —más justo, más afectivo, más responsable— no solo es posible, sino urgente.
El lujo de lo simple, la potencia de lo comunitario
Acá el viajero no viene a «ver», viene a participar. A ensuciarse las manos con barro, a cortar albahaca, a buscar leña, a bordar en silencio, a caminar junto a quien conoce el cerro desde niño. A convivir. Porque no hay experiencia más profunda que aquella que se vive sin apuro, sin protocolos, sin fotos forzadas.
La estadía —siempre con reserva previa para que las familias se organicen— incluye alojamiento en casas tradicionales, caminatas guiadas, talleres de oficios, paseos a caballo y gastronomía típica. Pero el corazón está en otra parte: en las charlas junto al fuego, en el mate que se comparte sin tiempos, en el vínculo que se teje sin apuro.
Economía que respeta y cuida
Este turismo no desplaza a nadie. Al contrario: fortalece las redes que ya existen. Respeta los modos de vida campesinos. Reconoce el valor del trabajo artesanal. Y construye economía desde abajo, sin extractivismo, sin masividad, sin intermediarios que se llevan la parte más grande del plato.
Cada producto que se ofrece —madera, cerámica, tejidos, vinos, dulces, cueros— tiene una historia. No de catálogo, sino de familia. No de marketing, sino de herencia, de transmisión, de identidad.
Un territorio tejido por comunidades
El mapa de la Red cubre más de 50 kilómetros sobre la Ruta 40, entre los municipios de Angastaco, San Carlos, Animaná y Cafayate. Cada comunidad es pequeña, pero firme: entre 20 y 40 familias que crían ganado, cultivan en pequeñas parcelas, organizan ferias, defienden la escuela y el puesto de salud, y —ahora también— reciben a quienes llegan con respeto y ganas de escuchar.
No hay instalaciones lujosas ni cronogramas cerrados. Hay una apuesta por la convivencia y el intercambio, por la permanencia sobre el paso, por el encuentro sobre la foto.
Turismo para la vida
Desde Sur Adentro, creemos en este turismo. Lo pensamos como herramienta de soberanía cultural, de justicia territorial, de bienestar colectivo. Un turismo que no simplifica, que no uniforma, que no decora. Un turismo que reivindica el derecho de los pueblos a narrarse, a sostener su modo de vida y a generar ingresos sin renunciar a su identidad.
Porque comunicar también es elegir qué relatos circularán. Y nosotros elegimos contar estos: los que nacen desde abajo, los que construyen comunidad, los que siembran futuro.
Cómo llegar a la Red de Turismo Campesino
Valles Calchaquíes · Provincia de Salta · Argentina
Estamos en el noroeste argentino, en la provincia de Salta, entre los pueblos de Cafayate, San Carlos, Animaná y Angastaco, a unos 200 km de la ciudad de Salta capital.
Desde Buenos Aires podés llegar en avión (menos de 3 hs) o en bus (unas 20 hs). También hay vuelos directos desde Bariloche o Puerto Iguazú.
Desde países vecinos:
- Bolivia → 1 día desde La Paz.
- Chile → 15 hs desde San Pedro / 2 días desde Santiago.
- Paraguay → 1 día largo desde Asunción.
Desde la ciudad de Salta, tomas la Ruta Nacional 68 hacia el sur. El camino —pavimentado y señalizado— recorre el Valle de Lerma y la increíble Quebrada de las Conchas, hasta llegar a Cafayate.
Desde Cafayate, por la Ruta 40, accedes a las distintas comunidades:
- Hacia el norte: San Carlos (22 km), Animaná, Angastaco.
- Hacia el sur: ruta a Tucumán.
Oficina central: Pueblo de San Carlos
Todas las comunidades tienen acceso vehicular. En verano (enero a marzo), consultar por lluvias o crecidas.
Clima: seco, soleado y templado en invierno; cálido y lluvioso en verano.
Contacto:
Web: https://turismocampesino.org.
Cel: 3868455127.





